LAS TORNAS HAN CAMBIADO, BERRACA.

Tercer post consecutivo hablando de la Berraca. Actualidad manda, qué le vamos a hacer. A ver si en próximos episodios entramos en terrenos de paquirrines y demás monstruos,  pero hoy lo que toca es lo que toca.

Que nuestra amiga Belén suscita tirón mediático está más allá de toda duda razonable. Pero ése tirón es negativo a día de hoy. Su enésima separación del tontolhaba de su marido pasó con más pena que gloria a principios de verano, y su reportaje de reconciliación o algo así en el Caribe no interesó ni a los curiosos.

 

Pero en anteriores episodios de éste blog ya dijimos que le empezaban a dar estopa en tele cinco y le empezaban a cuestionar las cosas. Y eso sí que daba al audiómetro cosa buena.

Por ello, la ley del palmeo y el silencio y el encubrimiento y la pleitesía estaba dando paso a dar leña al mono, que es de goma. Eso sí que le mola a la peña. Que ha perdido el fervor popular y ahora lo que toca es esto si se quiere ganar las habichuelas. Aguantar palos y entrar en guerras con otras normas a las que está acostumbrada. Ala, a las duras y a las maduras, a ganarse el pan con el viento en contra.

Estábamos todos expectantes al ver la reacción de la Berraca, con palomitas  en el sofá esperando el espectáculo. Pensábamos que sólo  había dos salidas;

Una, la que nos hubiera gustado a muchos, que hubiera demostrado el carácter bravo y aguerrido que saca cuando no tiene a nadie delante que le cuestione (y sí muchos palmeros detrás que la secundan) y saliese la Belén de la mala leche y la ordinariez dando estopa a su vez. Se la hubieran comido viva, pero leches, lo que hubiéramos disfrutado.

Otra, la que más nos temíamos, era que saliese llorando, destrozada, hundida. Que por qué me hacen a mí lo que yo he hecho por activa y por pasiva con mucha gente…digo, que yo no merezco eso. Que soy buena persona, aunque haya hecho mi carrera de destrozar a los demás. Que no soy una lianta, que soy co presentadora.

Vamos, que diese pena y se hiciese la víctima, como lleva 13 años haciéndose según tocaba, a fin de que le perdonasen y parasen y tal. Recordemos que ella misma dijo que pena es la mujer del pene, diciendo que no le daba pena ni Dios, pero bueno, con ese teatrilo hubieran dosificado los ataques y los tendríamos hasta el fin de contrato o similar. No era lo más deseado, pero hubiésemos visto su hundimiento poco a poco y en directo con alguna ráfaga estelar.

Sin embargo, nos han estafado en toda la regla. Que nos devuelvan  el dinero, porque nosotros no hemos pagado por esto.

Resulta que sale su representante, que merecería un post aparte, y nos dice que Belén está mal, pero no de ahora, de hace mucho tiempo. Y que se ha decidido a dar el paso y por eso está en tratamiento. No dice de qué, pero insinúa que de carácter psiquiátrico. En todo caso necesita ayuda médica. Que se va a curar, que tengamos respeto, que ella tiene problemas. Que se lo dijo al principio del verano, pero entre una cosa y otra se le olvidó y mira, se ha decidido ahora.

Qué estafa y, a la vez, qué jugada maestra por parte de la Berraca y su representante. Nos escatiman los enfrentamientos y nos escatiman las lágrimas de su hundimiento. Huye como una cobarde y nos da la vuelta a la tortilla, diciendo que ella está mal. Seguro que en breve nos dará un cambio de imagen y nos dirán que ella no es prepotente ni vengativa, que todo eso era porque estaba mal pero ahora se ha curado.

Que esta mujer tiene algún problema mental es algo que sin ser psiquiatra se ve desde lejos y desde hace tiempo. Que ese odio, ese rencor, esa pasión por cosas absurdas, esa prepotencia y esos berridos no eran normales. Que esa inestabilidad en su relación debía de transformar su casa en la casa de los locos. Que a ver quién aguanta a eso, que vaya petarda y menudo callo. Que es agotador estar todo el día con la mochila emocional lanzándola a diestro y siniestro. Que se altera hasta porque el reloj da la hora. Vale, todo eso ya lo sabemos y no es nuevo. ¿Se dan cuenta ahora?

Pues claro, ahora hay que huir. Una cosa es estar loca pero los otros te rien las gracias porque les interesa y otra es que estés loca y encima la propia cadena que te creó programe tu hundimiento.

Sin embargo, aparte de eso yo sí creo que se hayan recrudecido todos los problemas mentales/ emocionales que arrastra la Berraca.

Porque al fin y al cabo tonta no es y se ha dado cuenta de que ha perdido el fervor popular. No ya con sus compañeros, que al fin y al cabo son unos mandaos de la cadena, si no del mismo pueblo que dice representar. La gente le ha dado la espalda.

No cae bien, no tragamos que haya tanta gente pasándolo mal de verdad y ella nos meta por las narices su chalet, sus zapatos de marca y su admiración por Leticia. No soportamos su prepotencia y que se gane el jornal sin hacer nada, sin hablar, sólo masticando groseramente sin aportar nada. No nos interesan sus rollos patateros. No nos creemos que vaya de víctima. No nos gusta, y sólo queremos ver su hundimiento. Y claro, si te faltan tornillos ya de por sí, con esto pues se te acaba de desmontar el kitt completo.

No hay Cristo que lo soporte, así que Toño, llévame al psiquiatra a ver si así arreglo algo. Si no me arreglo a mí misma, al menos a ver si arreglo mi imagen. Y si no, al menos tengo excusa para no pasar un mal trago en la tele. Y si no, pues ya veremos lo que hacemos, ya se te ocurrirá algo. Pero que no implique esfuerzo, ni trabajar, ni dar la cara, ni pasarlo mal. Anda, currátelo Toño, que va en ello tu pan.

Unos dicen que es el “síndrome juguete roto”. Otros que si su problema es que la relación con Flan es destructiva emocionalmente. El de allá le desea que se cure y el de acullá asegura que no tiene remedio. Por lo bajini, alguien insinúa problemas de drogas para ella y de alcohol para su marido. Por lo alto, otros dicen que de eso nada, que la presión la está matando. La mayoría, que eso es lo que le pasa a una persona que no vale cuando se enfrenta con una realidad que no le gusta. Casi todos, que parece mentira que se den cuenta ahora de que está loca y, encima, es insoportable, si ya nació agotadora y cansina.

Y nosotros, que nos hemos quedado con el bol de palomitas en la mano, decimos que es tongo y que nos devuelvan el dinero. Que esto no mola. Que sí, que somos malos por querer ver el hundimiento de una persona en vivo y en directo, pero ella se lo ha buscado. Pero bueno, es lo que hay, es Belén y es tele5. No se puede pedir más.

En fin, volvemos el jueves. No tengo muy claro sobre qué hablar. Estoy dudando entre dedicar un post a paquirrín o hacer un tour de viejas glorias.