¿QUIEN QUIERE HACER EL RIDÍCULO CON MI HIJO?

Pues vamos a dar un paseo por QUIEN QUIERE CASARSE CON MI HIJO? Programa que tiene su aquel.

Hace tiempo, la cadena cuatro era el paladín de la calidad televisiva. Pero los números no salían, se la quedó el grupo MEDIASET por algo de calderilla que les sobraba y poco a poco se ha ido transformando en una especie de segundo canal de tele5. Es decir; realitys con los que nutrir la parrilla, programas escabrosos y de tanto en tanto un telefilme para rellenar.

El programa éste de QUIEN QUIERE CASARSE CON MI HIJO es…es…no sé bien lo qué es. En principio, es uno de esos reality, el más exitoso de ellos.  Pero se supone que los realitys son eso, basados en la realidad, y éste programa tiene de real lo que yo de bailador japonés.  Para  mí que es un programa de humor, pero en ningún momento se hace pasar como tal, es más, incluso se toma demasiado en serio a sí mismo (con lo cual, el efecto de humor se incrementa).

En fin; sea lo que sea eso, la verdad es que fue el programa revelación de la temporada pasada  y, en justa correspondencia, tenemos actualmente la segunda temporada con el más difícil todavía. Es decir; más frikis, más estupideces, más absurdideces, más tonterías…

Para quién no tenga la suerte de seguirlo, diremos que la premisa es muy sencilla; cuatro tipos buscan pareja y van con su madre a buscarla a dicho programa. Bueno; más que buscarla, van a ver cuáles de las candidatas, que previamente han acudido a la llamada, es la que mejor se adapta a las necesidades del uno y de la otra.

Presuntamente, la gracia está en el contraste entre lo que quiere la madre (una mujer de su casa, decente y trabajadora) y lo que suele querer el niño (una tía cañón que le ponga palote tol rato), y entre una cosa y otra hacemos el programa. Por cierto; uno de los pretendientes es gay, pero la dinámica y mentalidad es la misma.

Personalmente, para mí la gracia aparte de en lo comentado, está en otros elementos del programa:

Por un lado, su falta de credibilidad total y absoluta. Cuando te imaginas a un adulto buscando pareja con su madre, te imaginas como mínimo a un Norman Bates con gafas de culo de botella y serios problemas de sociabilidad, seguramente virgen y con cierta babilla entre su mustia boca. Pero no; aquí van a buscar pareja tíos cañón, cachas, extrovertidos y que se han follado ya a todo lo que se les ha puesto a tiro. Muchos de estos se dedican al mundo del espectáculo, normalmente como streapers en locales de mala muerte, y la excusa que ponen es que buscan el amor verdadero…en la tele, claro.

La falta de credibilidad es trasladable a las candidatas (o los candidatos en el caso del pretendiente gay). Aunque en esta segunda edición han bajado un poco el nivel, normalmente son chicas jóvenes de bastante buen ver que aguantan carros y carretas para luchar por el amor de un tipo…al que han conocido de un anuncio televisivo y poco más. Y claro, luego descubres que si tal candidata ha posado en interviú y hace sus pinitos como modelo, si cual se dedica también al espectáculo, si esta quiere ser modelo y actriz…y entiendes porque caen rendidas ante el amor y luchan desconsoladas por gañanes imbéciles ante madres bordes e ignorantes.

Más allá de este aspecto y de otros que luego comentaremos, hay que reconocer que el programa tiene un par de virtudes que hace que este cóctel absurdo enganche y nos haga reir y disfrutar por igual;

Por un lado, el departamento de cásting debería de ganar un óscar de Hollywood porque ha hecho una labor impecable; los pretendientes y, sobre todo, sus madres, dan mucho juego y son todo un acierto.

Entre los pretendientes, verdaderos gañanes chulopiscinas cuya aspiración en la vida es su cuerpo y su yo. Unos presumen alegremente de no haberse leído un libro en su vida (en concreto, el candidato gay decía que el primero se lo estaba leyendo ahora…y eran las memorias de ANA OBREGON, truño para el cual el concepto de libro es debatible). Otros alegremente dicen que la mujer que se llame como quiera, pero el coche se ha de llamar MERCEDES y presumen de carraco ante la puerta del polígono. En fin, ese tipo de cosas. Unas joyas por las que luchar, sin duda alguna.

Las madres, claro, son lo mejor de la función. Desde la que le depila los pelos del culo a su niño, en una escena semi- incestuosa, a la que le reprocha que se tiene que comer todo el plato porque hay en el mundo gente muriéndose de hambre. Desde la que no le gustan las negras porque eso, son negras, pero ella no es racista, a la que no le gustan las petardas porque eso, son petardas, y ella las reconoce enseguida. Que sólo quieren lo mejor para sus niños. La mayoría son ignorantes y arrastran bastante prejuicios ante todo. Si no, claro, no tendría gracia.

Por otro lado, el aspecto técnico es impecable; la presentadora sólo aparece de tanto en tanto en alguna escenita, y el montaje es de ritmo endiablado y sacando, claro, sólo lo que tiene zumo. Es decir; digamos que hay doce candidatas. Se les pone aparte y se les pregunta que le parece…yo qué sé…la camisa del pretendiente. 11 dicen que es muy bonita y 1 que es algo hortera. Adivina adivinanza…¿qué opinión va a salir en el montaje final?

En fin, en este poti poti de chulopiscinas, chonis, poligoneras, pijos y pijas venidas a menos, marujas que quieren ser señoras, señoras que en verdad son marujas, ignorantes y bordes, etc…nos movemos. La verdad es que quería detenerme en el candidato gay y su madre, que en verdad me inspira una ternura infinita, pero ya me he alargado demasiado y hay una cosa que no puedo dejar de decir. En todo caso basta decir que la madre de Pedriño, el candidato gay, es la única de esta retalía de personajes que me inspira ternura y admiración. A ver si le dedicamos un post un día.

Lo que no puedo dejar pasar es que este programa, por mucho que a mí me haga gracia y tal, la verdad es que me parece deleznable…por machista, sexista, grosero y retrógrado. Lo que le hacen a las candidatas, (o éstas se dejan hacer), no tiene nombre. No solo se les considera “ganado” si no que han de demostrar su presunta valía ante gente que, como hemos visto, no vale un pimiento, en base a su sexualidad, buenorrez, aceptación sumisa de los ideales del gañán de turno…vamos, vomitivo. Dado que ya sabemos que es un montaje en general, a ver si los responsables pueden pulir algo este aspecto…

Y bueno, post más largo de lo deseable en algo que no lo merece, pero…bueno, ya hablaremos de algo más interesante este jueves.