sábado, 27 de abril de 2013

SARA MONTIEL O...¿POR QUÉ ESPERAR A QUE SE ENFRÍE EL CADÁVER?


Hace poco más de dos semanas murió Sara Montiel y esta Señora merece un respeto. Aunque no lo parezca y las nuevas generaciones la conozcamos más por sus últimos tiempos, donde  iba de mulato en mulato y de ida de olla en ida de olla, aparentando tener ciertos problemas con la belleza que da la vejez y no haciendo gala de la serenidad que se le atribuye a tal edad.


Sara Montiel fue una revolucionaria en los tiempos en que tenía mérito de verdad serlo; en esa España gris de los 50 donde lo más parecido a la sensualidad (no ya la sexualidad) eran los rastrillos benéficos que salían en el no do. Puso una nota de color y atrevimiento (dentro de los cánones) en la España de charanga y pandereta, misa diaria y pantanos, familia y goles de Marcelino.

Indagando un poco sobre ella, no puedo sino expresar mi admiración. Una chica analfabeta (no aprendió a leer hasta los veintitantos años) de un pueblo de la Mancha que un día se  presentó en la capital queriendo ser cabaretera. Con dos cojones.

En los 50 lo fue todo. Mito erótico, referente, artista. Como artista, dicen, limitadita, pero qué más da tener voz cuando se tiene carisma. Triunfó en jolibud cuando hacerlo era un sueño imposible, no ahora que todo el que destaca un poco se saca un billete de vueling para allá. Más allá de si le hizo huevos fritos a Marlon Brandon o tuvo un magreo con Gary Cooper, yo me quedo con que su primer marido fue el mítico director de cine Anthony Mann, pionero del cine “moderno” en la planificación de secuencias y escenificación de la violencia. No niego los méritos de su segundo (o tercero, yo me pierdo) marido, Pepe Tous, pero no deja de ser un joyero propietario de media Mallorca, y eso palidece ante un genio del cine.

No obstante, supongo que el común de los mortales ignora este dato y le importa un pimiento. Los 50 quedan lejos y esa España ya está superada. Estamos en un país donde salen gays a todas horas en la tele explicando sus escarceos y donde una mujer que envía un vídeo porno se hace la maga star del trampolín. Si las nuevas generaciones ya tienen problemas al situar a Franco, qué coño van a saber de lo que supuso Sara Montiel en los 50, cuando las películas estaban años (no semanas) en los cines de estreno de la capital.

Lo cierto es que en los últimos tiempos Sara fue una caricatura de sí misma. Ver a una mujer de 87 años aparentar tener 30 siempre da un poco de grima, como esos abuelos que se hacen culturistas y enseñan los músculos. A ello no ayudó que no quisiese dejar de salir en las revistas, ora casándose con un cubano (que en palabras de Kiko Matamoros, era más mujer que ella), ora haciendo no se qué simulacro de enfrentamiento con alguna de su generación tipo Marujita Díaz, ora haciendo lo que sea menester para conseguir que su nombre estuviera por ahí. Imagino que no le dejaría el médico tirarse de un trampolín o no se le ocurrió a la cadena, pero por ella me imagino que no había ningún inconveniente.

La cosa es que, pese a todo, por lo expuesto en los párrafos anteriores esta señora merece un respeto.

Pero, ay, ya hemos dicho que hemos superado con mucho esa España de charanga y pandereta, toros, fútbol y anís (bueno, lo del fútbol no lo tengo claro) y costumbres como las de antaño de guardar luto ya no se estila. No todo va a ser bueno.

Resulta que no se ha enfriado el cadáver y ya están lanzando mierda sobre Sara, cuanto más escabrosa mejor. Recordemos aquello de metámosnos con los muertos porque los vivos nos pueden denunciar.

Que si en los últimos tiempos no tenía ni para llenar la nevera, porque tenía grandes problemas de liquidez. Que si le había robado un antiguo administrador y andaba más pobre que una rata. Que si siempre estaba a la greña con sus hijos, especialmente Thais, que la odiaba por esto y por lo otro. Que si todo el mundo se aprovechaba de ella y le decían “déjame este cuadro de Dalí para el comedor de mi casa un rato”, y luego ni se lo devolvían ni había nada firmado en contra. Que si estaba mal de esto y de lo otro, que si hacía montajes, que si tal o que si cual. Que si sus últimas giras eran una ruina y dormía en pensiones con cucarachas. Que si estaba desatendida.

Antes al menos para sacar estas cosas se esperaban un par de años. Ahora…para qué? Aprovechemos que la noticia de la muerte está candente para ir a saco antes de que pasemos a otra cosa.

Veo que es la tónica general. Tampoco han esperado a que se enfriase Pepe Sancho para sacar problemas de herencias, trapos sucios familiares y demás cosillas que tanto gustan. Lo mismo con Jose Luis Ibarri y supongo que con a mal tenga morirse y de un poco de juego.


Evidentemente, yo no sé si lo que comentan de Sara es verdad o no. Ya me gustaría tener problemas económicos con varios pisos y un Dalí a mi nombre, la verdad. Y si no, siempre le puede pedir prestado a su amigo JuanCa primer, de quien ha salido en algún libro de esos que salen que fue su amante en los dorados 60.

Personalmente, creo que el único problema que tenía Sara es que no supo envejecer ni soportar que las nuevas generaciones tienen nuevos mitos. Podía haber sido una invitada de lujo en series como Aida, o una tertuliana fija en el programa de la Campos. O seguir el ejemplo de Concha Velasco y trabajar en lo que le gusta en plan todo terreno. Pero prefirió dar el cante y no necesariamente con la letra de la Violetera y nos quedó una imagen algo agridulce de ella. Imagen que creo que es injusta por lo que significó en sus tiempos y por los que yo siempre la recordaré. Aunque soy del 74, al menos sé quien fue Franco y qué significó, así que sólo por que los ciudadanos de esa época pudieran ver a una mujer fumándose un puro bien maquillada en vez de a una con peineta exhibiendo un banderín  ya vale la pena.

4 comentarios:

  1. ahhhh...Spirit,que bien!!Como pregue por cuando iba a sacar una nueva tira,te iba a decir que cuando escribieras algo nuevo en tu blog!Me alegro de que lo hicieras,y espero que no soo sea por lo de la Sara Montiel

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  2. María; pues nada, ya sabes lo que te toca...me alegro verte también por aquí!

    Un abrazo

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  3. Hola1 pues sinceramente para lo que fue Sara Montiel fue una pena que muriera así y que nosotros las nuevas generaciones solo la conocemos por su boda con el cubano,porque es la verdad yo lo primero que me viene a la cabeza es eso su boda con el cubano y ahora el ridículo que está haciendo la amiga por los platós vamos que vergüenza

    Te acuerdas el otro día lo que te dije que vi en twitter de la nueva representada del Toño la concejala del vídeo,pues hoy vi que va a ir al deluxe y estuve mirando y por lo visto en menos de dos semanas ha estado con 200 hombres XD empieza la nueva operación nueva princesa de pueblo para nuestra desgracia un besazo

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  4. He obviado el ridículo que está haciendo por los platós su amiga Marujita por mera vergüenza ajena, la verdad....Y sí, el próximo post será sobre Olvido Hormigos. Pero como nueva princesa...no sé, no sé...

    Un abrazo

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