Hace poco más de dos semanas murió Sara
Montiel y esta Señora merece un respeto. Aunque no lo parezca y las nuevas
generaciones la conozcamos más por sus últimos tiempos, donde iba de mulato en mulato y de ida de olla en
ida de olla, aparentando tener ciertos problemas con la belleza que da la vejez
y no haciendo gala de la serenidad que se le atribuye a tal edad.
Sara Montiel fue una revolucionaria en los
tiempos en que tenía mérito de verdad serlo; en esa España gris de los 50 donde
lo más parecido a la sensualidad (no ya la sexualidad) eran los rastrillos
benéficos que salían en el no do. Puso una nota de color y atrevimiento (dentro
de los cánones) en la España de charanga y pandereta, misa diaria y pantanos,
familia y goles de Marcelino.
Indagando un poco sobre ella, no puedo sino
expresar mi admiración. Una chica analfabeta (no aprendió a leer hasta los
veintitantos años) de un pueblo de la Mancha que un día se presentó en la capital queriendo ser
cabaretera. Con dos cojones.
En los 50 lo fue todo. Mito erótico,
referente, artista. Como artista, dicen, limitadita, pero qué más da tener voz
cuando se tiene carisma. Triunfó en jolibud cuando hacerlo era un sueño
imposible, no ahora que todo el que destaca un poco se saca un billete de
vueling para allá. Más allá de si le hizo huevos fritos a Marlon Brandon o tuvo
un magreo con Gary Cooper, yo me quedo con que su primer marido fue el mítico
director de cine Anthony Mann, pionero del cine “moderno” en la planificación
de secuencias y escenificación de la violencia. No niego los méritos de su
segundo (o tercero, yo me pierdo) marido, Pepe Tous, pero no deja de ser un
joyero propietario de media Mallorca, y eso palidece ante un genio del cine.
No obstante, supongo que el común de los
mortales ignora este dato y le importa un pimiento. Los 50 quedan lejos y esa
España ya está superada. Estamos en un país donde salen gays a todas horas en
la tele explicando sus escarceos y donde una mujer que envía un vídeo porno se
hace la maga star del trampolín. Si las nuevas generaciones ya tienen problemas
al situar a Franco, qué coño van a saber de lo que supuso Sara Montiel en los
50, cuando las películas estaban años (no semanas) en los cines de estreno de
la capital.
Lo cierto es que en los últimos tiempos Sara
fue una caricatura de sí misma. Ver a una mujer de 87 años aparentar tener 30
siempre da un poco de grima, como esos abuelos que se hacen culturistas y
enseñan los músculos. A ello no ayudó que no quisiese dejar de salir en las
revistas, ora casándose con un cubano (que en palabras de Kiko Matamoros, era
más mujer que ella), ora haciendo no se qué simulacro de enfrentamiento con
alguna de su generación tipo Marujita Díaz, ora haciendo lo que sea menester
para conseguir que su nombre estuviera por ahí. Imagino que no le dejaría el
médico tirarse de un trampolín o no se le ocurrió a la cadena, pero por ella me
imagino que no había ningún inconveniente.
La cosa es que, pese a todo, por lo expuesto
en los párrafos anteriores esta señora merece un respeto.
Pero, ay, ya hemos dicho que hemos superado
con mucho esa España de charanga y pandereta, toros, fútbol y anís (bueno, lo
del fútbol no lo tengo claro) y costumbres como las de antaño de guardar luto
ya no se estila. No todo va a ser bueno.
Resulta que no se ha enfriado el cadáver y ya
están lanzando mierda sobre Sara, cuanto más escabrosa mejor. Recordemos
aquello de metámosnos con los muertos porque los vivos nos pueden denunciar.
Que si en los últimos tiempos no tenía ni
para llenar la nevera, porque tenía grandes problemas de liquidez. Que si le
había robado un antiguo administrador y andaba más pobre que una rata. Que si
siempre estaba a la greña con sus hijos, especialmente Thais, que la odiaba por
esto y por lo otro. Que si todo el mundo se aprovechaba de ella y le decían “déjame
este cuadro de Dalí para el comedor de mi casa un rato”, y luego ni se lo
devolvían ni había nada firmado en contra. Que si estaba mal de esto y de lo
otro, que si hacía montajes, que si tal o que si cual. Que si sus últimas giras
eran una ruina y dormía en pensiones con cucarachas. Que si estaba desatendida.
Antes al menos para sacar estas cosas se
esperaban un par de años. Ahora…para qué? Aprovechemos que la noticia de la
muerte está candente para ir a saco antes de que pasemos a otra cosa.
Veo que es la tónica general. Tampoco han
esperado a que se enfriase Pepe Sancho para sacar problemas de herencias,
trapos sucios familiares y demás cosillas que tanto gustan. Lo mismo con Jose
Luis Ibarri y supongo que con a mal tenga morirse y de un poco de juego.
Evidentemente, yo no sé si lo que comentan de
Sara es verdad o no. Ya me gustaría tener problemas económicos con varios pisos
y un Dalí a mi nombre, la verdad. Y si no, siempre le puede pedir prestado a su
amigo JuanCa primer, de quien ha salido en algún libro de esos que salen que fue
su amante en los dorados 60.
Personalmente, creo que el único problema que
tenía Sara es que no supo envejecer ni soportar que las nuevas generaciones
tienen nuevos mitos. Podía haber sido una invitada de lujo en series como Aida,
o una tertuliana fija en el programa de la Campos. O seguir el ejemplo de
Concha Velasco y trabajar en lo que le gusta en plan todo terreno. Pero
prefirió dar el cante y no necesariamente con la letra de la Violetera y nos
quedó una imagen algo agridulce de ella. Imagen que creo que es injusta por lo
que significó en sus tiempos y por los que yo siempre la recordaré. Aunque soy
del 74, al menos sé quien fue Franco y qué significó, así que sólo por que los
ciudadanos de esa época pudieran ver a una mujer fumándose un puro bien
maquillada en vez de a una con peineta exhibiendo un banderín ya vale la pena.
ahhhh...Spirit,que bien!!Como pregue por cuando iba a sacar una nueva tira,te iba a decir que cuando escribieras algo nuevo en tu blog!Me alegro de que lo hicieras,y espero que no soo sea por lo de la Sara Montiel
ResponderEliminarMaría; pues nada, ya sabes lo que te toca...me alegro verte también por aquí!
ResponderEliminarUn abrazo
Hola1 pues sinceramente para lo que fue Sara Montiel fue una pena que muriera así y que nosotros las nuevas generaciones solo la conocemos por su boda con el cubano,porque es la verdad yo lo primero que me viene a la cabeza es eso su boda con el cubano y ahora el ridículo que está haciendo la amiga por los platós vamos que vergüenza
ResponderEliminarTe acuerdas el otro día lo que te dije que vi en twitter de la nueva representada del Toño la concejala del vídeo,pues hoy vi que va a ir al deluxe y estuve mirando y por lo visto en menos de dos semanas ha estado con 200 hombres XD empieza la nueva operación nueva princesa de pueblo para nuestra desgracia un besazo
He obviado el ridículo que está haciendo por los platós su amiga Marujita por mera vergüenza ajena, la verdad....Y sí, el próximo post será sobre Olvido Hormigos. Pero como nueva princesa...no sé, no sé...
ResponderEliminarUn abrazo