VISITANDO EL KIOSKO

Hablaba el contertulio matango de que iba de pequeño a casa de su abuela y se entretenía leyendo revistas del corazón, de ahí su afición por estos temas. Pues bien; a mí me pasaba lo mismo. Por eso vamos a hacer un homenaje a quienes durante muchos años han sido las únicas vías de transmisión de información.

Hoy en día, las cosas del papel están como están y, salvo los cómics (que compran frikis en guettos selectos), todo lo impreso va a la baja. Se dice que los kioskos apenas sobreviven con las revistas del corazón y los diarios deportivos, y que incluso ambas cosas dos ya no son lo que eran. Puede ser y seguramente será.

Pero hay que reconocer que las revistas del cuore todavía tienen tirón. Al menos yo veo un montón gordo cuando salen a la venta, y al día siguiente ese mismo montón ha bajado. Ergo se siguen vendiendo. Supongo que no tanto como antes, pero intuyo que todavía dan pasta gansa.

Vamos a analizar las que hay según mis recuerdos. Por eso hablaré en pasado normalmente, ya que a día de hoy no sé si algo ha cambiado. Y luego haremos algunas consideraciones finales.

HOLA! Esta revista tenía un papel de gramaje bueno, un formato bastante grande y normalmente se le asocia a los temas aristocráticos, monárquicos y glamourosos. O sea; que es la revista fina  por excelencia de las clases…er…no tan populares. Normalmente solían hacer reportajes fotográficos bastante elaborados, de esas que está la Marquesa de Carabás en el salón de su mansión con los niños y los bastardos, y todos posan en familia al calor  de la chimenea felices y contentos (para no estarlo, pedazo cabrones, revolución ya).

 Creo que sigue siendo la más  poderosa, pues aunque ha tenido que transigir y hablar de gente de baja estofa como las belenes y demás chonis, no han perdido ese “toque” de clase e incluso cuando hablan de la Pantoja hacen reportaje fotográfico en exclusiva con la family al calor del hogar.

PRONTO. Si el Hola! Era el glamour y la clase, el PRONTO era (ignoro si sigue siendo) todo lo contrario. Ya se veían en su presentación; tamaño más pequeñito, de usar y tirar, y papel malo de bajo gramaje y poca calidad de impresión. En su interior, de todo, pero con preferencia a lo que le gustaba a las clases…er…populares. O sea; que si había que hacerle una entrevista a LOS CHUNGITOS, algo impensable en el HOLA, aquí no tenían complejos. Recuerdo que en su interior, además, había muchos apartados tipo “historia de un caso real”, “consultas de amor”, etc..donde un redactor becario…digo, donde los lectores enviaban casos de su vida y consultas supuestamente reales. Esto antes de EL DIARIO y similares.

Sin embargo, pese a ser dirigida a las clases populares, yo la recuerdo con mucha letra y poca foto, al contrario que el HOLA. O bien porque las clases populares tenían que amortizar más el dinero, o bien porque imprimir una foto cuesta más y total, para lo que la quieren….

LECTURAS. Pues esta estaba entre cielo y tierra. Ni tan glamourosa como el HOLA ni tan popular como el PRONTO, si no una cosa intermedia que se notaba incluso en su presentación; tamaño más pequeño que el HOLA pero más grande que el PRONTO y papel de inferior calidad al del HOLA pero superior al de EL PRONTO. Esta ambivalencia también se notaba en el interior; reportaje exclusivo sobre LADY DI y unas páginas más atrás reportaje exclusivo sobre LAS GRECAS, siempre a ese medio camino entre los exclusivo y lo popular. Era la revista que tenían más secciones de chistes y pasatiempos.

Me dejo una histórica, DIEZ MINUTOS, por falta de información sobre ella (no sé por qué no la tenía mi abuela) y SEMANA, porque no recuerdo mucho de ella y porque tampoco podemos hacer el post infinito. Si algún contertulio/a las compra, que informe un poco, please.

Luego, cuando ya era más mayor, viniero el QMD (que creo que se sigue publicando) y EL SALVAME, ambas revistas con nombres de dichos programas (el primero ya hace años que no está en emisión) y ambas, pese a todo, no oficiales. Es decir; que simplemente un editor ha pagado una pasta a la productora por mantener el nombre y a correr. Son publicaciones “recientes”, aunque con la tontería también llevan sus  añitos.

Ya me ha pillado muy mayor y no las he visto apenas, salvo cuando mi madre se las comprar y estoy muy pero muy aburrido. Veo que son muy visuales; se dedican sobre todo a poner fotos con bocadillos y gracias, al estilo desenfadado (o capullo) del programa, que hablan de todo con igual respeto (o falta de) y descaro y que no parecen dirigidas a ningún público concreto, si no que hacen un tum tum desenfadado y a ver lo qué pillan, en la línea de esos programas de referencia (o sea, que se supone van orientadas al mismo público del programa).

Paso de otras recientes como CUORE y similares, que creo van el la línea del QMD.

Hasta aquí el análisis- descripción. Teníamos pendiente debatir si las cosas del corazón eran más aburridas en esta época, donde no había tanto marru, que ahora. Si os parece, lo dejamos para el próximo post, porque ya me he enrollado mucho y quisiera hacer una consideración final. O varias.

Primera, que estas revistas están con nosotros DESDE SIEMPRE. Bueno, desde siempre siempre no, desde hace 50 años o por ahí, pero leches, no recuerdo ninguna otra publicación en España que lleve 50 saliendo de forma ininterrumpida. Eso es un mérito y demuestra que interés por estos temas siempre ha habido, hay y habrá.

Evidentemente, han evolucionado y de ésa evolución hablaremos, como hemos dicho, otro día. Fruto de esa evolución creo también que han perdido un poco de su identidad. Es decir; queda un tanto “la marca” (Hola siempre será la revista de la realeza, PRONTO la revista de las clases populares, etc..) pero tanto la una como la otra han tenido que tratar los temas en boga (adaptarse o morir)  y si en HOLA ha de salir el anti-glamour en forma de Belén Esteban, salga, y si en PRONTO han de hablar de las infantas, sea.

También, creo, fruto de la crisis del papel, han perdido “ímpetu”. A ver cómo explico esto…antes, cuando las revistas salían al mercado (creo que salen los lunes o los miércoles o algo así), los programas de la tele las comentaban como fuente de noticias. Eran  los programas quienes iban “detrás” de las revistas y nutrían en buena parte su contenido de lo que contaban ellas.

Ahora, me da la impresión de que es al revés. Las revistas se hacen eco de lo que cuentan en los programas y poco más. No son fuente ni de investigación ni de consulta. Tan sólo, eso sí, hacen alguna entrevista (normalmente menos sangrante…pues el formato leído no tiene la misma fuerza que el formato pelea en directo) y con eso van tirando…

O sea, que la conclusión es que todavía están, pero en un período donde han de buscar su propio espacio…por mí, que lo encuentren y sigan durante otros 50 años más.